Los ángeles subieron al infierno,
escapando de un cielo ajado,
se refugiaron en el fuego.
Y surgió mi amor por ti.
No sé si son las formas,
no se si son las ganas,
solo sé que me distes calor
dentro de ti, donde me refugié,
cuando ascendí de la nada.
Genialmente irreverente y audazmente blasfemo. Sí, señor. Así es como se rompen los moldes, y se avanza, y se progresa, y se supera uno a sí mismo.
ResponderEliminarEs algo así como que el amor lo vuelve todo del revés, llegando a convertir al cielo en el infierno, y viceversa. ¿Me equivoco?
Un abrazo, Rubén